Seré cielo para ti,
para que seas nube en mí,
asciende en vapor caliente
hacia mi etéreo abrazo,
desdibújate en mi eterna materia
convertida en blancas estelas.
Sé cirros voluptuosos
en los amaneceres de mi lecho,
sé nimbos lujuriosos
en los atardeceres de mi sueño.
Filtrada entre mis telas de azul
disimúlate arrogante, indomable
esparce tu ser en mi infinito
moldeándote libre en mi cuerpo.
Sé nube convertida en velero
en mi cielo, en mi mar abierto,
sé nube disfrazada de sirena
en las aguas de mi atmósfera.
Viértete en pinceladas blancas
sobre el añil de mi lienzo,
maquillando mi existencia
con tus níveas huellas.
Sé hoja en mi árbol desnudo,
sé pez en mi traslúcida red,
sé ave en mi jaula abierta,
sé felino en mi salvaje viento.
Difuminada en mi manto,
oculta tus vaporosos placeres
entre mis cortinas de cobalto,
pliégate en altivos cúmulos
ondulante en mi inmensidad.
Muestra abstracta tu silueta
desnuda en mi espejo turquesa,
desatada en libertina tormenta
nazcan los truenos en tu gemir,
rasga con tus rayos mi alma,
y mueran en la tierra.
Y en la tierra muera el amor
que nace en las nubes del cielo