El eco de tu ausencia, se refleja
En los espejos cubiertos de polvos
Y en los cristales de la mesita De noche. En las corbatas sin besos en los nudos,
Y en las camisas tiradas En un rincón. En los cajones del armario, Donde una sonrisa tuya, duerme Abrazada a los recuerdos.
En la cama desecha, donde el pañuelo
Verde
Que tantas veces acaricio tu pelo,
Se seca las lágrimas con los volantes
Del edredón.
En la cocina, en el tallo de las rosas, En las ventanas...
En el pequeño patio donde cada tarde,
En tus labios, el sol moría.