Mi parábola esta desnuda,
Y el agua de tu llanto
acaricia una a una.
Esperanzas o heridas,
tu fondo y mi mar,
Cada espuma,cada niebla
la veremos en su andar.
Aquellas nubes viejas.
y las manos abiertas,
La montaña llueve
y te bautiza
en las pamperas de tu alma
y en cada alma nuestra.
Tantos millones de gotas,
¡Incansables son los horizontes!
y en la síntesis de tu canto,
los vuelos del pasado,
Con las riberas,con su hondo llanto.
desfilando sueños acorazados.
Seremos volcanes,
y braseros de estrellas.
¡Ni ovejas ni cachorros!
Quizás delfines,
quizás como grandes mastines.
De cada rebaño(ideas)¡guardianes!
multiplicadas en las distancias,
y tantas millones de veces.
Tendremos un nuevo misterio,
y la antorcha de la ley.
Ante la sed de los delirios.
Bajo el sol de los soles,
veremos la yerba en su autonomía
y aquel trono,de resaca de rey,
destilando sus hilos de ironía,
con su colérico escudo sin paz.
Ensortijando tus palabras,
Y el piloteo de mi nave,
solo el rugido del alma nuestra.
Manado y desnuda,lave
las esperanzas vueltas.
En tu propia casa,
en cada ribera revuelta.
En cada vela,en esas aguas que navega,
las verdaderas cuerdas.
Hablablas de tantas cosas,
y la musa temprano llega a mi cabeza.
Horizontes tuyos,llanto de tristeza.
y mis inquebrantables vaivenes,
que sobre mi pecho tintinean.
Abajo mi corazón
deshilacha para un rincón,
el compás de mis aguas.
SOL.