Fractura del amor.

Por las mismas causas de haberse fracturado
el encanto del amor que vistió su alma pura
padecen de sigilo los históricos candados
aquellos de algún tiempo, de azares y locuras.
Y acaso la osadía de pasearse por mis calles
con el rótulo de magno profeta ilustrado,
se mezcla con las marcas de ácidos detalles
en ponderada silueta que emerge en sus costados.
Pero es a la fractura del amor y sus inciertos
rasguños de quedarse aferrado a alguna nada,
que sumerge sus últimas palabras en un cuento
que nunca terminará de volcarse en su mirada.