Me he sentado una vez más
y como siempre,
delante de mi escritorio,
a un lado, lapicero y papel en blanco,
en el otro, algo más simple, solamente odio.
Te das cuenta, yo nunca dije jamás,
pero constantemente,
tengo que olvidar
lo que no puedo obviar.
Deseas que llene de escritura un poco más
ese papel con letra fúnebre?
o tal vez deseas que mi amargo repertorio
sea un lamento en forma de interrogatorio?
dímelo...! por favor dímelo; no te he oido...
Repítemelo...! Grita más!,
en fín, eternamente
se que te he de hablar
aunque también, que no me vas a escuchar.
Y sin mirar para no volver atrás,
y desde este lúgubre lugar,
sólo escribo que aún te quiero,
posiblemente no sea amor verdadero,
pero és algo más, no solamente odio.
Enrikt