Te he buscado en los mares,
he escuchado tu eco en los montes, le he gritado tu nombre a los vientos, te indague sin descanso, y al final del sueño espero despertar en tus brazos,
se que estás conmigo en la aungustia de la vigilia, te bebo con los ojos dichosos serán ellos, si te miran.
Desde que sueño contigo
¡que corazón más grande,
que impetuosa corriente es la que lleva mi sangre!, estoy frente a ti, sin ayer ni mañana,
inmotal se torna quien ama.
En la luz de tus ojos, he de alcanzar la cima de mis ideales, y en tu amor he de hallar la alegría para mis males,
he de encontrar en ti, el rumbo a mis ilusiones y la paz a mis emociones.