Cuando se cierran las puertas
y se seca la esperanza,
cuando en mis venas la sangre
se detiene y se congela,
cuando los días son obscuros
y hasta el sol se nos esconde
En tí encuentro mi refugio
y el remedio a mis dolores,
tan sólo al mirar tus ojos
y encontrar en tu mirada
la luz pura, limpia y clara
que me envuelve en sus colores.
No importan más los problemas,
los tropiezos, contratiempos;
no me atormentan las penas,
pues estando tú a mi lado
me siento reconfortado
en nuestras noches serenas.
En las malas y en las buenas,
en los momentos de calma
o en la fiera tempestad,
sé que tu alma y mi alma
se encuentran por fin unidas
por toda una eternidad.
Por eso, no me preocupa
ni me amedrenta el futuro;
en días de sol o de luna
nuestra unión me da la fuerza
para vencer los escollos
y avanzar con pie seguro.
Este amor es mi bandera,
mi refugio, mi alimento,
el más puro sentimiento,
la pasión más verdadera;
ya llegó a su fin mi espera,
pues en tí, todo lo encuentro!-
Eduardo Ritter Bonilla.
Sábado 23/Domingo 24 de Enero del 2010