Ser un pastor, que apacienta a las flores,
guarda de males a todo el jardín,
ronda a violetas, jazmines, y lilas,
invulnerable se vuelve el rebaño.
Que de los cielos se fugan las ninfas,
para formar un rebaño de estrellas,
lilas de seda los labios perfuman,
ponen las manos fragantes y suaves.
Ser un Pastor de mirada encantada,
prados de rosas que pacen en paz,
trina la flauta en cristales sonidos,
gula de lobos aleja y protege.
Piensa de veras mañana vendrá
de las estrellas lejanas la grey,
cual un profeta adelanta la nueva,
en una nota de flauta cristal.
Humberto Reyes H.