Hay una distancia que marca el destino,
un mar tan inmenso como el mismo amor,
con sus grandes olas que llegan discretas
y en mi orilla dejan toda tu pasión...
Una lejanía repleta de estrellas
que a la noche oscura dan su resplandor,
Sé que me verás en cada una de ellas
cuando sientas frío en tu corazón...
Tu cielo es el mío, mi luna es tu luna,
seguimos distantes con el mismo sol,
porque somos uno y es nuestra fortuna
seguir abrazados a nuestra ilusión...
Es nuestra distancia la más decidida,
ella nunca ofrece cabida al dolor,
amamos el tiempo y con él la vida,
pues Dios nos bendice con todo su amor...