Hoy me levanté con ganas de expresarte todo aquello que me has hecho sentir, tantas actitudes y sentimientos encontrados que me has provocado durante todo este tiempo de conocernos, y deso decirlo a través de estas líneas.
Te he odiado al extremo de desear que mueras, que jamás en toda mi vida vuelva a mirar tu rostro.
Te he deseado, con un deseo casi malsano, cuando mojas tus labios y pones tus manos en mi, y acaricias a tu maenra y furtiva mi piel.
Te he amado, al extremo de que con una sola palabra tuya, yo sea capaz de entregar mi vida, sin que me importe lo que pudieran pensar de mi.
Me has provocado amor, odio, deseo, verguenza, cada una de las veces que he dejado que me toques como lo haces.
Me has dejado intranquila con una gran necesidad de ti, después de tiempo, que me ignoras y vuelves a insinuarte a mí.
Abandoné mi alma con ese beso único que te he dado, y tu sin quererlo.
Y en una palabra, si tú me lo pides me abandonaría a ti, a tus manos, a tu piel, a tus labios, todo tú.
Pues aunque a veces he llegado a odiarte, estoy perdidamente enamorada de ti, y te acepto así, tal cual tu eres conmigo.
Gracias por estar a mi lado estos cinco años, Que Dios te bendiga hoy y siempre. Tu Pequeña...