De tanto perder...me devengo en lunas rotas
artilugios únicos, trasnsitorios y pensantes,
eximo de todo aquello al púlpito de tu boca
refugio de volcán, que me place por instantes,
y acaso de tener el alma en un esbozo
contendida a fuego, en símiles constantes,
merece mi dolor un paseo de tus ojos,
y que los míos apenas, sumisos, los alcancen.
De tanto perder...las pérdidas se acostumbran
a sentir en mi copa, el resabio de un latido,
quiera salirme de esta inhóspita penumbra!
para ganar un momento de aquellos que he vivido,
Y perdona si ya casi, es tan poco lo que escribo,
pues las ganas de hacerlo perdieron aliciente,
te bebo en mis copas tan llenas de tu olvido
y en su fondo nuboso, apareces de repente,
que de tanto perder...la costumbre y sus derribos
recrean estos tiempos, de angustia adormecida,
son estos los últimos versos que yo te escribo
y las primeras nostalgias de los otros, que te escriba.