Mientras el des conformismo y la estupidez
Ganan cada día, al mercado floreciente
Esta vez, se puede ver, el trabajo de ser valiente
Volviendo a nacer! Un Dios, condescendiente Marcó en el almanaque Un trece de octubre de dos mil diez.
La emoción no tiene líneas
Ni razas, color, idioma
Si supiera que hoy asoma
El Amor, de la verdad
Haría un estante mayor
En las fauces de temor
Apagaría sus luces, gritando!. Se terminó…
Nunca más habrá dolor…. Para la historia del mundo, el sol salió a las 12 de la noche y sigue estando en cada alma de aquellos triunfadores, valerosos, seres humanos…
María Verónica García