El silencio rueda por todas las noches,
Que solo lo interrumpen los suspiros de recuerdos,
Que a duras penas emite, el alma mientras agoniza,
Tu ausencia se pregunta, será mi reproche.
¿Porque no estas aquí? ¿Por qué no vuelves?
Mientras tanto te pienso, Laura, dulce y alegre;
De piel, impregnada por ese sutil aroma,
Que se obtiene en los campos en la primavera.
Será que tanto te extraño, que pienso en aquel día,
Que te vi y que se paralizaron mis sentidos al ver tu silueta,
Ese sentimiento, que me envolvía e invadía solo al verte,
Un fuerte palpitar dentro de mi capaz de mover montañas.
Y de hacer cosas imposibles e inimaginables.
Desde que te alejaste solo me consuela tu aroma,
Que alumbra tu rostro humedecida, por las lágrimas,
Que llevan tú nombre a la cual pregunto.
Por ti y el porque de no merecerme tu amor;
Pero si tú y nadie me dan la respuesta
Que habré hecho mal, a caso seré merecedor
De esta gran pena será que no oyes mi llanto,
Será que no ves mi anhelo.
Tal vez mi amor nunca te convenció,
Tal vez nunca merecí amarte; quisiera cerrar el libro
Del recuerdo, dejando paso al presente, encontrando