Por momentos me pierdo en ti pensando;
llego al lugar donde te besé… doy el envés,
y de pronto, sin aviso, ya te estoy adorando,
granujo…explorando ciegamente tu desnudez.
Qué hermosa membrana tan sedosa,
quisiera de nuevo y más tiempo besarla,
es como los pétalos de una bella rosa;
mis labios secos no cesan de desearla.
Anida en mi mundo tu lindo cuerpo,
la textura fina que te adorna y engalana,
se hace presente desde muy adentro;
por eso, vibra mi alma en cada mañana.
Siento tu piel impregnada en el mío;
cosquilleos me invaden de repente;
se erizan mis vellos, y no es por el frío,
es porque tus halagos tengo presente.
¡Cuán gran anhelo es acariciarte reina mía!,
con tus dulces besos me tienes cautivado,
tenerte más de cerca y constante buscaría,
ansío, como alma en pena estar a tu lado.
Abrazar, besar y acariciarte quiero,
tus caricias en todo mi cuerpo anhelo,
mi querer hacia ti y por ti es sincero,
tú me haces vivir en el mismísimo cielo.
Tu secreto he descubierto y lo deseo,
ese cálido cariño para mí estaba reservado,
ahora siento en el alma que la poseo,
y nunca pienso dejarlo abandonado.