He perdido tiempos innecesarios he ganado el vino de las partidas, he perdido la violencia entre varios aromas de pólvora de que vistieron mis días. He ganado la tristeza y la alegría la luz del futuro, asomada a mis dedos, he perdido la inocencia que vestía cuando nadie pensaba en cubrirme de deseos. He perdido tantas noches de historias tantos besos, que pasaron a mi lado, he ganado el hábito diario de la memoria porque el fruto está activo, limpio, sin candados. He ganado tus jóvenes benevolencias y en ellas el mar de lujuria y optimismo, he perdido algún amor por imprudencia apagándose su luz tan dentro de mi mismo. He perdido las poesías y sus rimas tantas veces como he ganado sus anversos, si de perder abismos gané porque quería seducir a la vida gritando con mis versos!