Te amo. Y eres mi estela de luz que asoma en la vertiente de mi alma,
Y consuma cuanta energía retienen mis pulmones y erizan los hilos finos
De la saliva en un beso.
Eres la guardia, que protege mis llantos en la noche huérfana, donde el ocaso viste
A mi soledad de amiga.
Eres la exactitud más próxima al átomo que choca con mis huesos, eres la palabra terciada
En el habla, la percusión alineada en los pentagramas.
La colisióninherenteque afama su tempo en mi pecho, y convierte; metamorfosis,las rudas
Maneras de mi vertienteegoísta, en agua templada donde bañar las estirpes del dolor ajeno.
Te amo. Con palabras o sin ellas.Rimando las manos a tu cintura, jugando con las horas
Mientras alcanzas con tu gritos a las estrellas.
Eres la razón de que quiera amar sin descanso, plegando las aceras en la noche y convertirlas
En precipicios donde lanzarme para poder alcanzarte antes.
Te escribo sin aludes persuasivos, que formeteen mi escala de valores, desde el llano llanto
Mimado en la esfera del espejo, viciado de tanto reflejarme, sospechoso de mi mismo de ser
Lo que tú miedos dicen.
Quiero columpiar mis anejadas memorias por las virutas del cielo, formar parte del holocausto.
Ser tu holocausto, tu fiebre inversa al frío, el paladar de tu resfriado y consumirme
Bajo el abrigo de tu lengua. Quiero ser tuyo, un minuto o toda la eternidad, mendigar en tus pechos pequeños supliendo la necesidad de que me ocultes bajo claustro de camisas lo hermoso que es tu cuerpo.
Tengo la necesidad de respirar de ti, ser parte de tu historia y perseverar en los ahíncos de tus sarcarmos. Ser la fuente de tu locura, el arte linfático que destruye venas corrosivas desprovistas de salud, el ente diurno que compite por ser adivino cuando tus orgasmos
Manipulan mis dedos.