Que dulzura de jazmines,
invade la memoria de mi infancia.
Regodeo de mieles tu ternura,
y en la rosa rosada tu fragancia.
Que seguro refugio tu mirada,
volviendo de las sombras a la luz,
en mis ojos lagrimas evaporadas,
y en el norte de mi vida solo tu.
Cristal de roca tu erguida figura,
deteniendo el curso de mi arroyo,
en el terror al trueno y la espesura,
siempre el sosten,siempre el apoyo.
En la solidez de tus brazos,
la seguridad de saberte rio que corre,
pero aquieta, mar que brama pero acalla,
de saberte monte y selva y arbol,
sombra, luz y amparo!