Cuando sólo con mirarnos descubrimos,
que la chispa de la pasión se enciende,
nos animamos, y sin escatimos,
una velada programamos, por ende.
Sabemos que será algo codicioso,
beberemos ambos en la misma copa,
el vino, ha de sabernos delicioso,
poco a poco nos quitaremos la ropa .
Y en un lapsus de amor y de ternura,
locos ya de pasión nuestros sentidos,
derramaremos con gusto nuestro vino.
Será entonces que presos de locura,
sintiendo a un mismo ritmo los latidos,
elevándonos, rozaremos lo divino.
® Susana Valenzuela
25-01-10