Vienen las heridas, cual
el sopor inucitado
de un valle criminal
de extensas inocencias.
llegan, crueles,
indiscriminadas,
sin motivos aparentes,
mi lógica las trae,
a modo de resurgir
de primaveras olvidadas,
padecen en mis crisis,
en mis caminos allanados,
en estos momentos de agonía
donde la vida y la muerte,
juegan el juego
de las verdades ocultas,
aterrizan en mis venas,
sitiales de inmensas
manadas de ácidos imperfectos,
cadencia inanimada
de una sentida obseción,
vienen las heridas,
paso a paso,
y no estas tu...para curarlas.