Llegué a Nuestra Señora por el norte
llegué a Nuestra Señora por el sur,
bajando por el sur o por el norte...
Allí estabas tú.
Entré al rancho que tú no conocías
pues no llegaste a conocerlo tú,
y adentro de mi rancho yo sabía...
Que ya estabas tú.
Después corrí hacia el río, hacia el naciente
desde donde siempre llega la luz,
y como siempre te encontré sonriente...
Como siempre tú.
Me fui al poniente, al cerro, a los pinares
con mis recuerdos, bajo el cielo azul,
también fui hasta la chacra, a los nogales...
Más que nunca tú.
Y acudí a hablarle solo a la Señora
a su gruta como querrías tú,
le dije lo que no te dije otrora...
Cuando estabas tú.