Señor; un dìa, hace ya mucho tiempo
yo te pedì que a mi vida le trajeras,
un amor limpio y sincero, que a mi alma le diera
la magìa para poder reir y el encanto de sus besos,
y la ilusiòn de soñar, y siempre vivir contenta.
Y el tiempo pasaba, y èste no venìa
y yo siempre lo esperaba con anhelo
y pasaban primaveras. y a mì nunca llegaba
y al llegar los veranos yo me ilusionaba
pero el tiempo transcurrìa y de nuevo yo insistìa
en quedarme a esperar, ese cariño tierno.
Señor; pero ahora yo sè que a mì nunca llegarà
porque la tarde, està ya sobre mi vida
y aunque yo siga esperando, el amor nunca vendrà
a colmarme de placer, y siento que mi corazòn se asfixia,
y esto me hace estallar la pasiòn escondida
y el ardiente deseo de un amor sincero
y como siempre, el otoño me encuentra con la espera
y anhelando por siempre y soñando que alguna vez viniera
y se anidara en mi alma, y alegrara a mi invierno.