Alma triste que derrocha alegría,
por un puñado de monedas al día,
tu que vas caminando siguiendo al viento,
para que puedas estar satisfecho,
tu que vives de la voluntad y caridad,
incapaz de juzgar a los demás o mirar mal.
Alma triste hoy te vi suplicar,
sentado en un banco mirando al mar,
soñando que puedes volar alto,
como los pájaros acariciando el cielo,
para luego volver a caminar,
sin mirar atrás porque nadie te va recordar.
Alma triste tu que antes tuviste,
y entregaste todo el oro a ese demonio, en triste forma de botella para luego desaparecer,
sin querer pasaste al olvido de tus seres queridos,
ninguno quiso comprender el porque,
cambiaste el amor de una mujer por uno prohibido.
Alma triste sentado en la iglesia te pones a pensar,
sabes que la dama de blanco va a llegar,
y esta ves puede que no logres escapar,
de esa fría y cruel cárcel llamada soledad,
sus fríos besos se empiezan a notar al despertar,
hoy te fui a buscar y no te pude encontrar,
supongo que la dama de blanco te ha llevado ya.
Titulo original: "Alma Triste" pero alguien registro una poesia con ese nombre.
Carlos Fausto.