Al brillar el sol se ocultan las estrellas,
igual que tu amor, detrás de otros sentires,
aún sin verlas, están allí todas ellas,
como el ardor escondido en tus latires.
Quizá no quieras mostrar lo que tu sientes,
o temas tal vez, no ser correspondido,
debes dejar que fluya esa simiente,
y por fin dar rienda suelta a tus sentidos.
Ámame, sin tener límites ni miedos,
el amor, cuando es grande y verdadero,
mueve fibras, las transforma en un credo,
y se queda para siempre prisionero.
® Susana Valenzuela
06-01-10