Solo te veo de siete a.m. a la una y quince,
De un lunes bendito a un viernes que es todo lo contrario,
Y peor es que cupido no bendice,
Con un amor que tenga horario.
Dulce seria si, muriera en el momento que te vas,
Y revivir cuando tú hayas de regresar,
Más solo hay dolor cuando no estas,
Y solo me queda el aire que ocupa tu lugar.
Sobreviviendo con tu recuerdo al que me aferro,
Que me hace extrañarte como loco,
Y el dolor me atropella como a un perro,
Más el dolor al lado del amor parece poco.
Y mientras duermo y sueño contigo, te nombro,
Grito y exclamo que te amo, y mi voz me despierta,
Mi sueño, tu rostro, mi poca felicidad en tu ausencia se hace escombro,
Y la esperanza de volverte a ver esta casi muerta.
Y algo que todavía me crea asombro
Es que el dolor sigue fregando en mi puerta.
Más por ti resistiría a todo,
Desde el dolor, hasta las balas,
Por que no importa como de algún modo,
Siempre recuerdo que te amo y me amas.