Cuando plasmas tu pupila en mi pupila,
y me alumbras con la luz de tu mirada,
toda el alma de derrumba enamorada,
ante el brillo de tus ojos color lila.
Cuando rosas mi boca con tu boca,
y disfruto del calor que hay en tu beso,
una dicha indecible me provoca,
el estar entre tus brazos preso.
Cuando siento de tus manos las caricias,
que deslizas por los campos de mi piel,
no imaginas el placer y la delicia,
cuando siento mi piel junto a tu piel.
Cuando el néctar de tu esencia yo respiro,
y en mi olfato vas grabando tu perfume,
toda el alma se me escapa en un suspiro,
y en lo dulce de tu esencia se resume.
Cuando inclinas en mi hombro tu cabeza,
no imaginas, corazón, lo que yo siento,
no imaginas el placer del pensamiento,
que en el brillo de tus ojos se embelesa.
Y no sientes corazón, lo que yo siento,
cuando dices con amor y con encanto,
un dorado y glorioso sentimiento:
cuando escucho que me dices: ¡te amo tanto!