Por el "mea culpa" se me agiganta
tanta tristeza que yo padezco
y no hay remedio, pues la merezco,
aunque se me hagan si me entristezco
nudos y nudos en la garganta.
Yo soy el mismo que no parezco
ser cuando el viento callado canta,
cuando arremete con furia tanta
que las arenas del mar levanta
y cuando apenas me pertenezco.
Soy un remedo del sol que brilla,
sombra, si quieres, soy luminosa,
cruz que se clava sobre la fosa.
Soy epitafio con una rosa
pálida, seca, frágil, sencilla.
Soy una huella sobre la arcilla,
nave perdida que se desposa
en cada puerto donde se posa;
soy con las olas la misma cosa
pues no rebaso nunca la orilla.
Soy como nube que se desplaza,
que se transforma, que se revuelve,
que si se aleja ya nunca vuelve
y cuando llora nada resuelve
ni con el trueno que la amenaza.
Sí, soy la nube que se disfraza,
que se vacía cada que llora,
náufrago errante que nada ignora
ni se disculpa si se demora
con tu ternura que lo amenaza.
Lléveme el viento, zagala mía,
en cada verso que se desglosa,
hasta tu tierra más belicosa
y de mi fosa sé tú la rosa
pálida de mi melancolía.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC