Fuiste el signo de mi desolación,
Cuando en sombras dejaste mi corazón,
Hoy eres la marca del pasado,
Y los rasgos de ese amor, están curados.
Fuiste la herida que dolió más,
Cuando me hundiste aquel puñal,
Hoy todo aquello ya está pasando
Y tu recuerdo va marchitando.
Fuiste mi grito desesperado,
Que en la garganta me ha quedado,
Hoy eres el llanto callado,
De mi doloroso pasado.
Fuiste la luz de mi vida,
Y esa luz la apagaste un día,
Hoy eres el signo de un recuerdo,
Y estás afuera de mi tiempo.
Fuiste la rosa de mi jardín,
Que no se cómo, un día perdí,
Hoy sólo quedan cenizas,
Y del rosal, ni una sola de sus espinas...
Fuiste mi angustia, mi desventura,
De mi existencia, joven y pura,
Hoy estas casi olvidado,
Y ese amor, para siempre, he sepultado.