Y tus lágrimas, !ven aquí enjuagas!
sólo anidas recuerdos sagrados,
ya desvía el error al pasado,
tú destilas virtudes sobradas.
¿Porqué estás marginado y penoso,
deprimido, infeliz y distante,
si posees cualidades brillantes
de sentirte feliz y orgulloso?
Yo te invito a olvidar el pasado,
lentamente disipas tus dudas,
bién, caminas, así, tú te ayudas;
!ven, tú eres capaz y admirado!
Deja ya el camino sufrido,
ésta vida te ha sido muy dura,
tu nobleza resurge tan pura,
ven, de frente, seguro y erguido.
!Ven ahora, sonríe un segundo! dile sí a la vida,!que hoy puedes! y el tormento y las penas se queden, en el mar del olvido, profundo. Autor: Víctor Arias. Quise ampliar el mensaje de éste poema con una segunda parte. Atte: Víctor.