Qué tienes,
no lo llego a entender;
por más que busco
de norte a sur
y de oriente a occidente,
la razón exacta no encuentro
de por qué el camino pierdo
si en tu mirar no me veo;
el por qué mi mundo deja
de tener sentido alguno
si no estás en mi horizonte.
¿Será
—tal vez—
como dicen,
que existe un ser superior
capaz de combinar
los misterios del cielo y la tierra;
será por eso,
quizás,
que al mirarte me veo
como siempre quise verme?
No le hallo respuesta
a tamaña inquietud,
porque nada hay en común
entre el agua y el fuego,
y sin embargo,
en tus labios mi sed se apaga
y de tu hoguera renazco…
Qué tienes,
no lo llego a entender;
mas,
tan dulce es el misterio
que rodea tu presencia,
que por miedo a descifrarlo,
hago silencio y te digo
—con la elocuencia de un beso—
que sin verte ya no vivo
y de tus labios soy esclavo.
W.P.
Será por eso que mirándote me veo como siempre quise verme. Saludos poeta. Excelente poesía muy buenos versos