Hay momentos en que la inspiración se va,
se esfuma y no la hallo en un buen rato.
Intento atrapar versos que se acaban,
pero solo retengo a una sombra que al final mato.
Con esa luz que me da tu mirada,
al imaginarla, algo bueno me pasa.
Es difícil aceptar que no pasa nada,
estás tan lejos, escondida en tu casa.
Mientras yo sigo sin una inspiración,
solo me baso en momentos del ayer.
A tanta gente le vale el latir del corazón,
sin darse cuenta que la vida se escapa.
Y esa luz se va, cuando la mañana se avecina,
y despierto, y se que pronto te veré.
Mientras tanto, la soledad me asesina,
y me regresan las ganas de verte.
Se que hay tantas veces que no me entiendes.
Ojalá solo no olvides lo mucho que te quiero,
mientras tanto, me compras y me vendes,
me traes a tu antojo, y casi muero.
Por eso me retiro, esperando una respuesta,
aunque nada te haya preguntado.
Sin embargo, aquí me tienes en la cuesta,
que me cuesta porque me sigo enamorando.