Luna de abril, preñada,
aguamanil de naranjas,
corro a tu encuentro, en nada.
¡Lento, lento, lento!
como la flor contra el viento.
Sin ser individual todavía
y aunque con decisión avanzas,
ya eres el empuje y la guía.
¡Avanza, avanza, avanza!
en tu mundo carmín de garanza.
Mar-adentro de mamá,
ocurre el prodigio del mundo;
la manzana de oro que te ha de formar.
¡Vienes, vienes, vienes!
ciñendo sordina a mis sienes.
Llegarás a nuestro lado refrescando
y traerás ilusiones bienhechoras,
porque eres el bien que nos tiene aguardando.
¡Vamos, vamos, vamos!
querubín, que te aguardamos.