Pretendo que en tu pecho se acurruque la nostalgia
y que sientas que me extrañas, que te envuelva a tí la magia.
Pretendo que me recuerdes, pretendo que me anheles;
no este cuerpo al que has amado, sino todo lo que te he dado.
Mi risa, mis palabras,
mis abrazos, nuestros ratos
mis silencios y mis diálogos,
las divinas coincidencias que entre risas declaramos.
Tienes hambre de extrañarme,
de sellar lo compartido,
de recordar las miradas,
volver a sentir lo vivido.
Es bueno un tiempo perderse
y poner el corazón en orden.
Ya verás que fui sincera
así hasta que yo me muera.
Se que me estás conociendo.
Tengo mucho más que dar
y no conviene juzgar
sin todos los elementos.
Se que me extrañarás contento.
Se que extrañarás los besos.
Más extrañarás mi voz
hablándote en el silencio.
Que más puedo yo decirte;
Yo no soy mujer perfecta.
He vivido soledades,
he pasado tempestades
que me han hecho mujer más fuerte.
Entiendo que es evidente
que mantengas la distancia;
pero no se puede temer
lo que no se conoce a fondo.
Pedí mantener decoro
y sucumbimos los dos.
No puede existir dolor
si en la amistad hay entrega;
es verdad que no se niega
somos dos en evidencia.
Pretendo que en tu pecho se acurruque la nostalgia.
No pretendo que me olvides, pretendo que sientas ganas
de descubrir bien quién soy yo,
de conocernos más los dos.
Pretendo que en tus noches me nombres.
Pretendo que en tus días me llames.
Pretendo que estés sediento
de esta mujer que te admira.
No me compares con antes.
No me compares con nadie.
No vengo a traer pesares.
Yo vengo a querer ser alguien...
Que magnifique tu alegría,
que armonice en tu armonía.
Yo quiero ser melodía
cantando a una misma voz.
Yo quiero ser tu canción
esa que tanto repites.
Vengo a recordarte que existes.
!Vengo a celebrar que vives!
© Derechos Reservados
LRC 072306