Muchas veces he callado lo que siento,
y he cerrado los ojos en el jardín de nuestras vidas,
… te he abrazado con vehemencia
como si al abrazarte comprendieras mis silencios.
A veces, no he encontrado las palabras
que expusieran el sosiego en que habito
con el traje de tu cuerpo que me cubre
y te he abrazado con vehemencia
como si al abrazarte comprendieras mis silencios.
No he sabido decirte, amor mío, que tu templanza
destella como el sol diario, irradiando nuestro mar
y apacigua el magma del volcán que me abrasa
donde el fiero sentimiento no encuentra las palabras
para decirte, amor, gracias,… gracias por estar.
Entonces, te he abrazado con vehemencia
como si al abrazarte comprendieras mis silencios. Carmen del Pino (“Carpino”) 14 de Febrero de 2007