El naciente protege
A mis manos que tejen la redención
Un altar!. un vuelo ligero!..
Me hace pensar..
Que tú sombreo, en sus alas..
Lleva el recreo, donde la vida se sume en sueños!..
Donde las hadas!.. Preparan sagradas..
Al amor eterno!..
Y yo te pido, me dejes entrar a tu mirar!
Cuando la noche cubra mi cielo!.. Despertarás entre mis besos
Desnudaré mis dudas, también mi cuerpo
Y encontrarás esa penumbra
Te amaré, te contaré que en este sitio, jamás hallé
De lo profundo, desearte ver, y contemplando ese futuro
Me entregaré, a aquellos rulos
Deseándote!. me funda en ti, para que el mundo vuelva a creer!.
María Verónica García