Pasaste por la senda de mi destino
luciendo cual radiante mariposa,
jovial alegre y muy dichosa
dándole colores a mi camino.
Hondamente autivaste mis anhelos
cuando te divise en el bello sendero,
verte volar es tan placentero,
desde entonces te sigo con desvelo.
No puedo estar lejos de tu amor
rayo de luz, joya de mi vida,
entonar quisiera un canto a mi querida,
lo haré cuando reúno suficiente valor.
Griteré que te quiero con locura,
que deseo entregarte el corazón,
con delirio toda mi febril pasión,
a cambio de tu amor lleno de dulzura.