Preludio de atardecer
El brillo especial que tienen hoy tus ojos,
la complicidad que denota tu mirada,
la humedad que flota en tus labios rojos,
son fruto del delirio de una aventura osada.
Te alejaste por el bosque niña, embriagada,
de la tibia mano de tu enamorado,
mientras quedaban atrás las sendas transitadas,
penetraban en un mundo de pasión colmado.
Inmersos los dos en un loco devaneo,
teniendo como lecho la gramilla,
intentaron juntos el preludio,
luego del cual, dejarías de ser niña.
La brisa fue testigo y te cubría
tu rostro, con la cascada de cabellos,
minimizando el pudor que tu sentías,
en cada uno de sus suaves atropellos.
Te entregaste por completo a tu amado,
conociste el amor pleno, en este atardecer,
tus mejillas lucen un rubor desmesurado,
te fuiste siendo niña, regresaste mujer…
® Susana Valenzuela