De rumbo en rumbo,
¡amor! como las aves ciegas,
andaba mi corazón volando entres tinieblas... triste... quebrado..
hasta dar con tu lejana mirada,
y al mirarte se detuvo ni vida.
Así que ,de la tierra apartaré las esmeraldas para verte,
cruzaré mares y montes, volaré por los altos cielos ,y al encontrarte, te entregaré la llave de mi corazón.
Y allí, donde respiran los claveles,
fundaremos un traje
que resista la distancia, y será entonce, cuando sólo tú, iras
junto a mi por las aguas
del tiempo, nadie más dormirá con mis sueños, nada justificará
vivir sin tu esencia,
la vida será nada sin tu presencia.