No me compadezcas, sal de la habitación de los sueños gélidos, recorre tus espejismos, cual una transumante hechicera de ruinas y olvidos, cierra la puerta, ellos ya estan adentro, me reconfortan sus latidos, sus voces de ocre luminosas vagando
las fases de mi último día.
Soy un ser conciente de sus desaveniencias, de sus logros, de sus miserias y sus aceptaciones corpóreas, soy el que te amó y te ama, sin límites, sin rodeos, sin tiempos ni espacios, con la locura visceral de un animal herido, que ya no quiere vivir más, que has matado día a día, poco a poco, lo has desecho tantas veces, que dá lo mismo estar o no... Y ellos están aquí, muy cerca mío, es el holocausto tan temido que me llena de honra, de gloria.. Cierra la puerta, los sueños se entibian, cuan reguero indescifrable de hordas ancestrales, te vas yendo inclaudicable...no me escuchas, yo..yo quisiera hacerlo, amor.