Nada queda después de todo. De los árboles ni las hojas -todas se las lleva el viento-, todo es fugaz como larga es la eternidad. Un destello de luz queda en mi memoria, pero al poco tiempo lo olvido; todo es un día y más tarde todo es una noche. Así la naturaleza es voluble, nosotros también lo somos. Todo es una ráfaga de momentos que pasan y no vuelven más. Pasan y quedan en el corazón viejo, que se pudre entre la arena del tiempo. Un amor mi hizo pensar en lo hermoso, un amor me hizo sufrir lo bello. Amor, después, si se fracasa odio y deseolación. Amar infinitamente lo que nos duele es amar de verdad, amar lo que sabemos que se acaba es amar de verdad, por eso casi siempre amamos la vida y a las mujeres y a nosotros mismos, amamos de verdad, morimos al poco tiempo...