Una lágrima se asoma al verlo llegar,
son tantas las ilusiones, y triste el pasar,
pobres niños de mi tierra, pobres,
que en sus sueños solo buscan el pan.
Caritas sucias, y mirada triste,
la mano tendida hacia los hombres,
manitos chiquitas, que imploran,
una migaja de tiempo, una caricia de amor,
y una moneda de nada, guardada en el corazón.
Si me miras a los ojos, no me puedo resistir,
la mano en el monedero, para poder asistir,
a tu pedido de angustia, a tu pedazo de pan.
Pobres niños de mi tierra, pobres,
si pudiera ayudar a que no hubiera miserias,
y no sufran tantos más la dejadez de los hombres,
¡que los chicos de mi tierra, ya no sufran por el pan!
Si me miras a los ojos, quisiera darte más,
que se cumplan los derechos,
de los niños de ahora en más,
quisiera mañanas tibias, pan fresco,
un lugar que te cobije y puedas vivir en paz,
con caricias todo el tiempo,
que nada te haga faltar.
Cuando te acercas a mí, con tu carita tan sucia,
con los zapatos tan rotos, y esa ropa que no es tuya,
Si tuviera el poder, de aquellos que nunca escuchan,
nunca tendrías la carita, ni tan sucia, ni tan muda.
Elsa Fariña
03/02/04