Me temo querido, que si de ti me desconecto, me deshago de tu recuerdo, si apago tu luz y ahogo tu fuente, igual tù sigues irreverente
posesionado en mi mente.
Es tan grande la corriente
de las aguas de tu torrente, es tan fuerte aùn tu calor, que, en mis horas presente, tu resplandor enciende a cuarenta
grados la fiebre en mi frente.
Es tan tuya mi escritura, huella viva del ayer vigente,
que no importa si no eres mi horizonte,
ni mi frontera, tampoco importa si sientes de otra manera, eres de todos modo, mi sol, fuente,mar, nubes y estrellas, mi primavera y mi luz màs verdadera.