Tu vida es mi balada triste,
con horas de soledad en tu sutil alma.
Y dentro de esos ecos,el amor persiste,
porque siempre fue la voz de tu inmensa calma.
Desde entonces tu amor ausente,
Era el fúlgido rayo de tu alegría.
Lejos muy lejos duerme sonriente,
en una paz infinita de su estancia.
Todo amor le distes,
hasta el capullo de tu sangre.
Que juntos se fueron en aquel instante,
en una tersa y dormida tarde.
Cada notas de mi balada siente,
el discurrir de tus horas de tristeza. Solo le pido a tu Dios que te oriente,
Y que te bese con sus auroras de entereza.
SOL.