Mi corazón es tuyo todo, entero.
Tuyos mis sueños, tuya mi esperanza.
Todo mi amor lo pongo en la balanza
de tu querer, pues tu querer yo quiero.
No vivo yo sin Ti. Sin Ti me muero.
Sin Ti, Señor, no basta, no me alcanza
ningún amor terreno, ni se afianza
ningún amor que quiera ser sincero.
Toma mi vida, Dios y Padre bueno.
Llena de luz mi escaso entendimiento
y de bondad mi corazón sombrío.
Déjame ser entre tu trigo el heno.
Sé Tú de mi penuria el alimento
igual como a las flores el rocío.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC