En la espesura el viento tosco se queja,
triste y furioso de su brío
¡sólo tropieza con tierra!,
No tiene agua ni arrojo
carece de la bonita ribera
donde se baña el río de mis ojos.
Me aprieta en sus manos con fuerza
deseoso en el empeño,
¡me oprime la sangre de frío!
quiere arrastrarme con celo,
¡lejos de mi camino!.
No tiene cara ni esencia,
por no tener,¡no tiene mimos!,
para que brote el coraje
¡pone todo el desatino!.
no entiende en su desvarío,
qué sin tener alas siquiera
allá en el horizonte sumiso,
¡dónde sólo habitan estrellas!
mis ojos busquen su brillo,
¡quizás en aquel faro querido!
me dicen las caracolas soñando
¡esté tu corazón rendido!. campanilla