Claudicas mil mentiras
para una sola boca
que me ha desgarrado
la garganta,
veo tu cuerpo
desgarrado
por mil manos
al ver zonas
bien tapadas
por lunares desangrando
el tiempo
que te he pensado.
Me disparas
en la cara
un solo engaño
que me lleva
a creer tus piltrafas
sonoras que desluces
al entregarte
a mi desnuda,
corres como si
nada pasara,
como un mudo
con palabras
mientras mis caricias
engalanan
las huellas escurridas
en tus piernas
y muslos contraídos
en mis brazos,
como el engaño
y la mentira
que se asoman
por las comisuras
de tus labios
que me incitan
a mentirte con la verdad,
pero tu sin rencor
me das la espalda
y a paso lento
tu te vas.
Has que griten
tus ojos
que quiero escuchar
un eterno adiós,
dime sin piedad
que esto se acabó
y será parecido
al fin del mundo,
con fuego y pestes
en mi palpitar
que te sacará todo
lo que clave en ti,
nadaremos en lodo
y sin parar
seremos castigados
por este pecado
que no tiene fin,
bueno, ese pensada
pero creo que sí
lo tiene,
me lo has puesto
en la frente
y esto todo
ha sido un engaño
tan eficiente
que te creí.