Salto al vacío, las nubes me recogen, alcanzo el vuelo
en ese momento suspendido por el aire veo el cielo.
Todo es viento, sumergido en ello arriba estoy mirando,
apenas al suspenderme digo: estaré o, estoy soñando.
Yo mismo sostengo el espacio, el despertar será tormento
sé que es un sueño, pero quiero eternizar este momento.
Por primera vez una maravilla, y me pudo vislumbrar,
estoy en el lugar donde por fin me veo deslumbrar.
Despierto es ausente el trecho o hecho de alta gloria
numen de sueños iluminados, tenerlo toda, nada ilusoria.
Despedido de Él, existirá infinita realidad nuevamente,
llegué a la verdad, cierto que me beso Dios suavemente.
Como si fuera real, Él me acunó como a un niño,
en verdad la siento, pues ahora despierto estoy armiño.
Seguramente reclamo en vano, a la vida real me he vuelto
no volveré a este cielo, pero que hay un Dios está resuelto.
Después de ésta realidad nadie desearía más la vida,
si vi las manos de Jesús, aun sangrando por sus heridas.
Desde hoy en más y en adelante, cada vida es prioridad
el que no cree así, siempre estará en total inferioridad.
Autor: Alcibíades Noceda Medina