Paisaje solitario de una mente que deambula
por la corriente y la calma de los días en penumbras,
como silbido en el aire... un murmullo que nadie escucha
me recuerda las caricias que tan sólo han sido tuyas.
Y vuelve el perfume de los días a tu lado,
y me besas con la brisa, suave y apasionado,
y me aferro a tu cariño como si no hubieran pasado,
aquellos mágicos días, en los que tus brazos me abrigaron.
No quiero estar en penumbras, amor mío,
quiero tu aliento entibiándome el oído,
quiero tu boca en constante roce con la mía,
y quiero las mañanas en tu cama compartida...
... Compartida con tus besos, nuestra piel...,
¡ay... vida mía!
Cuando pienso en nuestro amor, el resto todo se anula,
y sin saber ni de donde ni por qué,
sale el sol en mis días, apartando las penumbras.
Elsa Fariña
02/04/04