Lirio desmayado de tristeza
era su rostro de niña,
inclinada la cabeza,
los ojos entornados
y el pulso de amapolas,aquietado.
Sus pies desnudos
habían deambulado
la cicatriz de la noche,
vendiendo por los bares,
deteniendo el bocinazo de los coches.
Por favor,compre esta flor...
-parecía sin embargo decir:
"Me falta amor"-
Y así,entredormida por la pena,
llegó con su carita de azucena.
La tarde escolar ponía del sol un pincelazo,
como queriendo acunarla
entre sus brazos.
Y blancos guardapolvos la rodearon.
Sobre aquel escritorio
su frágil cuerpo recostaron.
Por un momento el mundo se asustó...
"Cómpreme una flor",parecía dormida decir
y en sus pies temblaba,tiritando,
el desamor.