Tu triste despedida se llevó mi existencia,
Y tantos recuerdos que llevo desde niño.
Tomados de la mano dibujábamos cariño.
¡Como no extrañar tu amada presencia ¡
Tantos detalles que hoy hacen la cuenta,
Tus afanes por traer alimento a la mesa.
Ignoraba cuanto sufrías en la calle aviesa,
Intentando ayudarnos en la vida incruenta.
Con afán de que sea un hombre distinto
Al alba iniciabas tus tareas y trabajos,
Deseabas que madure entre altibajos,
y así tenga las agallas para este laberinto.
Fue un héroe del tango, esposo abnegado,
Con voz de Buenos Aires ganó su palma,
Y como el zorzal criollo entrego su alma, Para dejarme su autodidacta acrisolado.
Mi padre fue un héroe del divino tango,
Un ser humano de espíritu sensible,
Dejó en mí la semilla de lo imbatible,
Aquella que libera las obras del fango.
En la farándula de la fantasía ingrata
dejó su dos por cuatro entre mis labios.
Perdonó la ignorancia de mis agravios,
Y nació un verso para bendecir su alma.
AUTOR: IVAN CARRASCO AKIYAMA /PSEUDÓNIMO: D_amadore