Aquel hombre tenía
sobre sus manos las legiones
de mil formas de vida
y solo algunas emociones,
un cúmulo de incertidumbres
alquna que otra poesía,
el código de las costumbres
de esas noches de bebida,
unas pocas ecuaciones
dos o tres hipocresias
ciertas culpas y menciones
de batallas mal dormidas,
el beso de cien mujeres
y una mujer que lo quería
pocos útiles y enseres
muchas culpas que absorvía,
el túnel de varias piernas
que su mente conocía
un alma y dos paciencias
tres espejos y poca vida...
Aquel hombre tenía
arengas y entrenamiento
de sus milagros podían
vivir cuatro tormentos,
seducir unas pocas señoras
pasear sus honras al viento
callar algunas horas
y en las otras ser parlamento,
podría acarrear historias
novelas, ficciones y cuentos,
arrebatarse en la gloria
de dos muslos y un momento,
quitarse la empuñadura
voltearse a quien por cruento
chispeara con la tortura
a los molinos de viento,
y si aquel hombre tenía
un asfalto y tres silencios
y por cada uno pedía
una voz y un sentimiento,
descubrí tarde su pena
valoré sus sedimentos
pues tal vez si no lo viera
creerían que hoy he muerto!
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!